Islandia 10. Sujetando columnas de basalto en Snaefellsness

Gerduberg, uno de los elegidos

Y llegó nuestro último día en Islandia (snif). Al día siguiente sólo había tiempo para ir directos al aeropuerto, volábamos en uno de esos vuelos lowcost de primera hora de la mañana o casi última de la noche (con escala y todo… veeeeenga!). Pero nos no podíamos quejar, la noche anterior el cielo islandés nos había hecho el mejor regalo, la Aurora Boreal sobre el glaciar Snaefellsjokull! Hoy el plan era Gerduberg o columnas de basalto gigantes en la península de Snaefellsness, el  Círculo Dorado, o Circo Dorado, como lo bautizamos nosotros por las hordas de japoneses disparando fotos, y por último Reikiavík.

Ovejas que no se querían perder Gerduberg

Para llegar a Gerðuberg desde Arnarstapi tienes unos 70 km por carretera asfaltada y sin perder de vista el Snaefellsjökull a tu espalda. No paras de mirar el retrovisor y estás con la sonrisa desde que sales :D. También ayudó a sacar sonrisa el fantástico amanecer que vimos desde nuestra ventana en el albergue Snjofell y el solazo que hacía. Un buen contrapunto al madrugón del que ya estábamos un poco hartos :S.

Snaefellsjökull cerca de Arnarstapi

Columnas de basalto o el muro de los lapiceros gigantes

Volvimos a tomar la carretera 574 bordeando de nuevo la península pero ahora por la orilla sur. Esta carretera se convierte después en la 54 y para llegar al “monumento” tienes que tomar un desvío a la izquierda por un camino de menos de 1 km. Las columnas se ven ya desde la 54 pero merece la pena hacerse ese kilómetro para verlas de cerca, cambia mucho la perspectiva!

Gerðuberg es una hilera de columnas de basalto enormes que impresionan sobre todo por su tamaño. Aunque ves columnas de basalto por varias zonas de la isla (nos acordamos sobre todo de la bella Svartifoss y el grandioso cañón del Jökulsá á Fjöllum), las de aquí son mucho más grandes y gordacas. Algunas desafían a la gravedad, totalmente separadas del resto y un poco inclinadas, que dan ganas de sujetarlas por si caen, pero a éstas no las tumba ni una lluvia de meteoritos.

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¿Pero cómo se forman las columnas de basalto?

El basalto es la roca típica de una erupción de volcán, sin embargo las columnas de basalto no son tan comunes. Las puedes ver en una selección pequeña de lugares del mundo, como por ejemplo en Irlanda del Norte (“la calzada del gigante” preciosa! aunque no es gigante ;), en La Gomera (“Los Órganos”, habrá que conocerlos!) o en EEUU en Wyoming (“La torre del Diablo”).

Columnas de Gerduberg

La formación de las columnas de basalto depende del modo en el que se enfríe la lava, es necesario que sea relativamente lento, contrayéndose y fracturándose. Cuanto más lento sea el proceso, las columnas serán más grandes y regulares. Normalmente se forman en calderas o laderas donde la lava no se desborda y por tanto se enfría ahí mismo. Las columnas de basalto son normalmente hexagonales, y sólo algunas pentagonales o heptagonales.

El troll de Gerduberg

Arancha Vs Gerduberg

Después de las típicas fotos sujetando las columnas y haciendo el cabra, continuamos el camino hacia el Círculo Dorado, una ruta muy cercana a Reikiavik por tres de las maravillas naturales de la isla, historia, geología, cascadas y géiseres reunidas en menos de 100 kilómetros.

¿Y tú dónde has jugado con columnas de basalto? Como siempre, nos encanta escuchar tus comentarios!

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